Lo ideal es purgar los radiadores al menos una vez al año, de esta manera nos aseguramos un correcto funcionamiento y mejor eficiencia.

Ante todo es importante tener en cuenta que tan sólo hay que purgar regularmente los radiadores cuyo fluido caloportador es el agua, ya que se produce aire en el interior del circuito debido a la electrólisis que descompone el agua en oxígeno e hidrógeno.

Los sistemas actuales más modernos disponen de purgador automático, lo que significa que todo el aire que pase por la caldera, será expulsado.

No obstante, el problema surge cuando el aire se queda en el radiador, ya que estos elementos no disponen de purgador automático, lo que hará que se escuche un ruido o incluso el radiador no caliente adecuadamente.