Seguramente habrás observado que el agua de los radiadores parece que está sucia, pero esto no nos debe preocupar.
Conforme va pasando el tiempo, el agua que circula por el interior del sistema va perdiendo el oxígeno, gracias a lo cual, nos queda un líquido menos oxidante.
Si sustituimos esta agua por agua nueva, lo que haremos será volver a aportar elevados niveles de oxígeno, lo que significa que la instalación comenzará de nuevo su proceso de oxidación interior, además de que será necesario purgar con más frecuencia el sistema puesto que se acumulará más aire.
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